Políticas educativas para la igualdad de oportunidades en México
Para todos es claro que la educación juega un papel importante en la igualdad de oportunidades en México y en su desarrollo socioeconómico.
El bienestar de los mexicanos y sus posibilidades de progreso están relacionadas con la calidad de la educación que reciben desde la edad más temprana y con el nivel de estudios que alcanzan, pero esto se ve afectado por diversos factores que requieren atenderse a través de acciones públicas sustentadas en información confiable y actual.
Educación de calidad para todos
Cada escuela, maestro y alumno tienen diferentes necesidades que deben ser cubiertas para que la educación—impartida o recibida—tenga la calidad adecuada y así evitar o minimizar aquellos obstáculos que impidan su realización. Lo anterior implica el establecimiento de un sistema educativo universal y pertinente, integral y accesible a educandos y docentes.
Estas necesidades particulares tienen que ser atendidas por medio de políticas públicas flexibles y orientadas a equilibrar las condiciones educativas de las diferentes regiones. El propósito es impulsar la igualdad de oportunidades y reducir las brechas sociales, como se muestra en la historia de este video del CEEY. Las zonas marginadas y con mayor rezago requieren que se tomen acciones de compensación en términos de infraestructura, incentivos a los docentes y apoyo a los estudiantes.
La educación va más allá de la transmisión de información útil o pertinente, también involucra el desarrollo de habilidades cognitivas y socioemocionales de los estudiantes, y para ello se requiere que los maestros tengan las competencias adecuadas para guiar a sus alumnos en este proceso. Un factor primordial en la adquisición de dichas habilidades es la educación temprana y la retroalimentación permanente a lo largo de nuestras vidas: la educación es un proceso continuo.
Todo lo anterior conlleva la necesidad de establecer un sistema de detección, evaluación y diagnóstico de las deficiencias del sistema educativo, y así poder rediseñar los esquemas de distribución de recursos y su financiamiento, enfocados en reducir desigualdades e integrar las políticas educativas en un proyecto de nación que esté orientado a impulsar la movilidad social en nuestro país.
Los tres principales obstáculos que enfrenta el Sistema Nacional Educativo se centran en los insumos, los procesos y el desempeño, como se indica en el libro del CEEY El México del 2018, en el que también se detallan las políticas públicas recomendadas para salvar esos obstáculos y promover la igualdad de oportunidades en México.