La movilidad intergeneracional en la educación en México

Si observamos las características de la educación en México en los diferentes estratos socioeconómicos, podemos ver que las oportunidades están distribuidas de manera desigual y que existe una marcada influencia del hogar de origen sobre los logros educativos de los individuos, particularmente en los extremos de la distribución.

Los datos de la Encuesta ESRU de Movilidad Social en México (EMOVI) 2011 indican que el 60% de las personas con padres sin estudios terminan la educación primaria como máximo, mientras que el 97% de aquellos cuyos padres cuentan con educación profesional terminan por lo menos la educación media superior.

Características y consecuencias de la movilidad educativa en México

La igualdad de oportunidades se refleja en los logros obtenidos por los esfuerzos de los individuos sin haber sido influenciados por circunstancias ajenas a su control, y esto genera una mayor movilidad social. En el caso de la correlación entre los niveles educativos de padres e hijos en nuestro país, esta es relativamente alta, por lo que la movilidad educativa es baja y disminuye conforme aumenta la edad de los individuos, indicando un proceso de desigualdad acumulativa. Si combinamos la educación de los padres y la riqueza en el hogar en el hogar de origen, estos dos factores explican cerca del 50% de la correlación existente.

La movilidad también se ve afectada por otros factores, particularmente por el entorno de pobreza y las características regionales del sistema educativo y del mercado laboral, que a su vez se complican por la baja capacitación para el empleo y la falta de atención al rezago educativo de los adultos, que ya ha sido tema de anteriores entradas y que se trata a mayor profundidad en el documento de trabajo del CEEY Determinantes de la Movilidad Educativa Intergeneracional y Políticas Públicas para Promoverla.

Adicionalmente, tomando en cuenta las tendencias observadas entre el grupo de jóvenes que ni estudian ni trabajan, la baja movilidad educativa trae consigo la persistencia de grandes brechas entre los estratos socioeconómicos más bajos y los más altos, generando desigualdad y afectando la consecución de la justicia social en nuestro país: el círculo vicioso se retroalimenta y además se hace más extenso. De esta manera, el acceso a empleos de calidad seguirá estando circunscrito a aquellos que han terminado satisfactoriamente sus estudios de nivel medio superior y superior, desincentivando la creación de empleos dignos y la inversión en educación, tanto de los padres como de las instituciones.

La baja movilidad educativa también incide indirectamente y en diferentes grados en las condiciones de salud y en la movilidad financiera de las personas; la capacidad de los individuos para comprender y manejar sus recursos de manera productiva y eficiente está ligada a una educación pertinente y de calidad y a los logros alcanzados a lo largo de sus vidas, que sirven como ejemplos tangibles del resultado de sus esfuerzos. La educación en México y su efecto en la movilidad social intergeneracional son temas prioritarios para la elaboración de las políticas públicas y la implementación de las reformas que necesita nuestro país para su desarrollo y prosperidad.