Elecciones en México 2018: ¿cómo mejoraría la educación?

Los proyectos presentados por los candidatos presidenciales en las elecciones en México 2018 contienen elementos indiscutiblemente valiosos para llevar a cabo mejoras en la educación que en su momento deberán fortalecer o reorientar las reformas actuales, en favor de la prosperidad de la ciudadanía.

Identificar las acciones necesarias para mejorar las condiciones educativas en nuestro país requiere que determinemos con la mayor precisión cuáles son las condiciones deseadas y las actuales. Esto es, debemos saber en dónde nos encontramos, a dónde deseamos llegar, y qué camino tomar. Y también debemos mantener una constante evaluación del progreso alcanzado para decidir las posibles modificaciones que se necesiten realizar para mantener el ritmo de avance y el enfoque adecuados.

¿Cuál es la situación actual?

Ya anteriormente mencionamos algunos indicadores de las condiciones del sistema educativo mexicano y la importancia de analizar las propuestas de los candidatos en este tema. Aun tomando en cuenta los logros de las últimas décadas y de los beneficios del nuevo modelo educativo, existen deficiencias que requieren de nuestra atención, particularmente en el tema de la desigualdad de oportunidades y la baja movilidad educativa.

Si bien se están dando pasos en la dirección adecuada, existen factores desatendidos que afectan de manera negativa el desarrollo educativo de los mexicanos, como la influencia de la condición de origen (más del 60% de los hijos de padres sin escolaridad no llegan a completar la educación secundaria), o el acceso diferenciado al sistema escolar (asistencia a escuelas privadas o a escuelas públicas) y otros factores que influyen tanto en el nivel de escolaridad como en las tasas de deserción y el desempeño de los estudiantes.

De igual manera, la asignación de los recursos presenta inequidades que contribuyen a mantener y en algunos casos incrementar la desigualdad de oportunidades, especialmente en aquellas áreas con mayor rezago educativo. A pesar de que el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) destinado a la educación es superior al promedio, de acuerdo a datos del Banco Mundial, el gasto educativo no se ha distribuido equitativamente: el gasto por estudiante de primaria es de apenas una tercera parte del gasto por estudiante de nivel medio superior.

El sistema educativo está en un proceso de reforma y mejoramiento, pero aún existen áreas de oportunidad en las que debemos trabajar.

¿Cuál es la meta?

Antes que nada, el cabal cumplimiento con el artículo Tercero de nuestra Constitución, tomándolo como base y marco del desarrollo educativo y manteniendo siempre presente que la educación ES UN DERECHO DE TODOS.

En concordancia con el Objetivo de Desarrollo Sustentable 4 de la ONU, buscamos una educación incluyente, de calidad, equitativa y que promueva las oportunidades de aprendizaje a lo largo de nuestras vidas. Buscamos un sistema educativo que impulse la movilidad social y fomente la igualdad de oportunidades, que permita eliminar todo rezago y elevar el desempeño de los estudiantes y las capacidades de los docentes, que se enfoque en el desarrollo de habilidades permanentes y coadyuve al desarrollo social y económico de nuestro país. Una educación generadora de prosperidad para todos.

¿Cómo llegar a ella?

La complejidad y el número de factores involucrados en la problemática educativa hacen que sea imposible desglosar aquí todas las diferentes soluciones que se requieren, pero todas parten de la misma base: nivelar el terreno.

Las políticas públicas y las acciones que se diseñen deben buscar una distribución justa de los recursos y el fortalecimiento de todos los elementos que componen al sistema, orientados principalmente a los insumos, los procesos y el desempeño. También es necesario replantear el apoyo a los programas que proporcionan ayuda financiera a las personas más marginadas para incorporar a los niños al sistema escolar, asegurar que la cobertura de los servicios escolares sea del 100%, involucrar a los padres de familia y empoderar a los encargados de la gestión de los planteles.

En el aspecto académico, las consideraciones hacia los aspectos de desarrollo de habilidades deben sustentarse en un proceso de aprendizaje realista y permanente. Esto requiere una metodología tanto en la impartición de las asignaturas como en su evaluación que fomente cambios de conducta y el desarrollo de nuevos hábitos cognitivos, tales como el pensamiento crítico y reflexivo que a su vez le den a los alumnos las herramientas necesarias para su desenvolvimiento, desalentando así malos hábitos que influyen negativamente en su desempeño.

Hemos hecho hincapié en la necesidad de integración de todas las políticas públicas dada la natural vinculación entre los elementos de salud, economía, trabajo y educación que conforman el desarrollo de la nación, y ésta no es la excepción. Alcanzar la meta educativa que deseamos requiere de la interacción adecuada entre organismos e instituciones de todas las áreas, el esfuerzo requerido no puede llevarse a cabo de manera aislada, y la participación ciudadana sigue siendo fundamental para poder mejorar la educación en México.

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2018-07-16T10:23:09-05:00