¿Qué políticas públicas en México impulsarían la educación?
Los sistemas educativos alrededor del mundo se están transformando en respuesta a los cambios globales. Las políticas públicas en México en este rubro fundamental deberán apoyar el replanteamiento de las reformas necesarias.
La vieja idea de educar para permitir a los individuos conseguir un empleo para toda la vida está siendo reemplazada por el concepto de empleabilidad y aprendizaje permanentes, lo que ha llevado al desarrollo de nuevos enfoques educativos, con objetivos más acordes a la situación social, económica y laboral mundial.
Inclusión, equidad y calidad
Reducir la desigualdad de oportunidades, ampliar la cobertura de los servicios educativos para todos y hacer que la educación tenga pertinencia, son las bases para mejorar el desempeño escolar y darles a los estudiantes las herramientas necesarias para su desarrollo futuro. En México existen una multiplicidad de barreras que han impedido ese desarrollo. La reforma educativa de 2013 no ha sido suficiente para eliminar todas ellas.
Los factores que más afectan al Sistema Educativo Nacional están bien identificados: el desempeño escolar, la distribución de recursos para la educación y la gestión del sistema educativo.
En el tema del desempeño, es imperativo eliminar la desigualdad educativa entre las regiones, atendiendo a las de mayor marginación y desventajas socioeconómicas. Esto requerirá de políticas que incentiven a los mejores docentes y administradores para atender dichas regiones.
Por lo que toca al problema de los recursos, deben evitarse recortes presupuestales y conservar programas que impulsen la inclusión y la igualdad de oportunidades. También se requiere redirigir las inversiones en infraestructura y capital humano hacia las zonas con mayores deficiencias en cobertura y calidad de la educación, particularmente en los niveles preescolar y medio superior.
En lo que respecta a la gestión de la educación, uno de los puntos más importantes es la necesidad de diseñar una currícula pertinente, flexible y dinámica, que se adapte a los cambios sociales y económicos, particularmente del mercado laboral. Esto tendrá como resultado una menor influencia de las condiciones de origen, reduciendo la desigualdad e impulsando la movilidad social.
La información que proceda de la evaluación constante de las condiciones para la enseñanza y el aprendizaje será fundamental para enfrentar con éxito los retos educativos del país.